Juan 11, 45-57
Aquel día decidieron darle muerte.
Hoy sábado previo a Domingo de Ramos, nos preparamos para adentrarnos en la semana dónde se juega nuestra salvación. Una semana en donde me atrevería a decir “se toca el amor”.
Pidámosle a María nos ayude a caminar con ella, que no pase de largo sin darme cuenta lo que El Amor hace por amor. Ya sea que me ponga los jeans, la camiseta, el paliacate y me una a los 20,000 mil misioneros por México y Centro América o me suba a la camioneta para disfrutar de unas vacaciones con la familia, o me quede en casa -cuarentena- que no pasemos de largo, hacer un alto y para ello juntemos nuestras manos, cerremos los ojos y digámosle:
“María Madre nuestra hoy le dices adiós a tu hijo, en el fondo sabes que llegó la hora. Ayúdame Madre mía a comprender el inmenso amor que Dios me tiene, que entrega a Su Hijo a la Cruz por amor a mi, un justo que da la vida por mí, para que yo hoy pueda gozar de esa libertad, pueda disfrutar de esa paz, pueda comprender lo que es el amor. La verdad no lo entiendo, y quizá no lo busco entender, lo que sí busco es experimentar y creer, que es necesario romperse para dar vida”.
Propósito: hoy hacer un alto para pedir que mi corazón no pase de largo.