31 DE OCTUBRE: SOY ESA SEMILLA.

Lucas 13, 18-21 “¿A qué se parece el Reino de Dios?”

A la humildad, a la esperanza, al amor que cada uno lleva en su corazón. El Reino de Dios es el futuro, es la promesa, es ese lugar que nos espera, donde vamos a alcanzar la plenitud.

Es cuando pensamos que las obras de caridad que hacemos por otros y la bondad con que recibimos a alguien que tiene una necesidad y cómo lo tratamos, lo que importa; es aquí donde debemos detenernos y visualizar qué tipo de rumbo le hemos dado a nuestro camino. Ese que nos lleva a Dios o el que nos aleja, porque del otro lado todo se ve más fácil.

Cierto es que, vivir con la llama del Espíritu Santo tiene sus cosas, porque es estar siempre alerto para dejarnos llevar por ese amor sanador, por la gracia de sabernos amados por Dios; es estar listos para ayudar a los demás y con alegría hacer las cosas que no nos gusta pero que benefician, por ejemplo, a nuestra familia. Sentarnos a platicar con nuestros abuelos o nuestros padres, agacharnos a escuchar a nuestros hijos cuando nos quieren decir algo, son gestos que nos humanizan, que nos permiten darnos cuenta que es en el servicio en lo que imitamos a Jesucristo, que es en las obras de caridad, no de limosna, pero sí de caridad que estamos ofreciéndonos como hizo Jesús. Dios quiere que nuestra vida vaya siguiendo los pasos de su Hijo amado, porque es en esa armonía que vamos descubriendo el Reino de Dios.

El Reino de Dios es como la semilla de mostaza, que creció y dio fruto abundante. Nosotros somos esa semilla y hay que preguntarnos ¿Qué clase de fruto estamos dando? ¿Regresan las personas a abrazarnos? ¿Somos personas valerosas? ¿Qué nos hace diferente a los demás? Tal vez la respuesta ya la conocemos y si nos gusta lo que somos ¡Qué bendición! Y si no, hay que despertar para darnos cuenta que cada día tenemos la oportunidad de hacer las cosas diferentes, que Dios nos está esperando y quiere que aprendamos a servir a los demás, a escuchar y a estar siempre esperanzados de que podemos cambiar para bien y ser esa minúscula semilla de mostaza que da fruto abundante donde quiera que vamos.

Propósito de hoy: Buscar respuestas sobre ¿Quién soy para los demás?