27 DE OCTUBRE: SIEMPRE PRESENTE.

27 octLucas 12, 54-59 “¿Por qué no interpretan, entonces, los signos del tiempo presente?”

Interpretar, entender, analizar…y principalmente: querer. Querer interpretar, querer entender y querer analizar las cosas de Dios, las palabras de Jesús, los escritos que nos dejaron los evangelistas y aquellos que han escrito la historia de la humanidad durante miles de años.

¿Será porque no nos conviene?

Esa es una buena pregunta que debemos hacernos el día de hoy y respondernos en que momento hemos perdido la fuerza de Dios, tal vez de chicos la tuvimos un poco por medio de nuestros padres que nos llevaban al catecismo y a misa; pero, ¿Y después? Cuando fuimos libres de elegir ¿Qué nos pasó?

A Dios se le lleva siempre en el corazón, no solo cuando le pedimos ayuda, que claro Él está siempre presente, pero en el día a día, en lo que hago y lo que digo, ¿cuándo me acuerdo de Dios? De ese Dios de amor y misericordia que quiere que no haya divisiones ideológicas disfrazadas de religión, ni que se utilice su nombre como excusa para pelear guerras de poder.

Podremos tomar acción ante lo que sucede hoy día estando preparados para todo, y nos preparamos con amor en la oración, en el silencio, en la misericordia; dejando odios y rencores atrás y enfocándonos en el bien común, social, familiar y personal; que podamos elegir el camino hacia la paz, solidarizándolos con el que sufre y el mas débil, ayudando a los demás respondiendo a las necesidades que nos pone Dios frente a nosotros, que no olvidemos al anciano ni al pobre y que cambiemos nuestras maneras para vivir en armonía y prosperidad.

Debemos entender la palabra de Dios, que es palabra de vida eterna, porque no importa en qué momento la leamos, siempre es actual y está viva y nos dice algo, nos llama siempre al amor de Dios, de María y de su Hijo Jesucristo.

Propósito de hoy: Tratar de entender los signos que manda Dios a mi camino para complacerlo a través de su amor y misericordia.