22 DE OCTUBRE: POR TÍ, ACTÚO CON AMOR.

Mateo 22, 15-21 “Se reunieron los fariseos para hacer caer a Jesús y poder acusarlo”

Vemos en el Evangelio de Mateo, que meterle el pié a la gente no es algo que nació ayer, ni poner trampas para que los demás caigan por decir su verdad, es reprochable que desde siempre han existido los odios, las envidias y principalmente el deseo del poder. Cuántas veces hemos leído que querían buscar maneras para acusar a Jesús y condenarlo y ante la impotencia por no haberle encontrado equivocación alguna se las ingeniaron para que nosotros, su pueblo, lo mandara crucificar.

Jesús que nos habla de amor, que libera demonios, que sana nuestros pecados y dolores, que nos acompaña tomando nuestra mano o sosteniéndonos en el camino, Jesús quién vino a traernos la paz, una paz  que nosotros rechazamos y es quién más ha sufrido de todos porque somos egoístas, porque queremos siempre hacer valer nuestra razón sin importarnos llevarnos a los demás de paso. Si así hemos sido con Jesús ¿qué lugar le damos a los demás?

Siempre es un buen día para mejorar, para aprender a orar y reconocer que sin Dios no somos gran cosa, sin los valores de moral que nos da la palabra de Dios nos perdemos en el mundo superficial y consumista en el que vivimos y perdemos nuestro valor como seres humanos de bien y creados para el bien común, dejamos de ver a Dios en los demás y al vernos al espejo también dejamos de reconocemos. Debemos siempre llevar a Dios en nuestro corazón para dejarlo actuar, para que su amor nos salve, nos libere del mal y nos ayude a crecer nuestra fe para alcanzar la paz y poder ver  los demás con los ojos de Dios, sin juzgarlos ni amenazarlos y mucho menos sin hacerlos de lado porque no piensan igual que nosotros. Recordemos que nadie tiene la verdad absoluta porque esa verdad está basada en la manera que hemos crecido y vivido, en nuestros conocimientos y experiencias y que única verdad es esa del Hijo de Dios y Dios mismo.

Propósito de hoy: Quiero ser libre de saberte amar sin rencor ni odios y dar testimonio de tu verdad, Señor Jesús.