13 DE OCTUBRE: HOY LIMPIO MI RECÁMARA.

Lucas 11, 15-26 “El que no está conmigo, está contra mí”

Jesús es comparado con Satanás, por cómo los demonios internos de las personas lo obedecen y Él solo responde que es por la gracia de Dios que Él expulsa demonios fuera de su reino. Y su reino es nuestra casa, somos nosotros mismos, es nuestro corazón y si cuidamos nuestra casa estamos del lado de Dios, porque como creación suya, Él nos llenó de dones que nos hacen semejantes a su Hijo Jesús.

Cuando toca día de limpieza en el hogar ¿Por donde empiezas? ¿Por la cocina, el baño, la sala, o tu recámara? Tal vez esta sea un muy ordinaria comparación, pero vamos analizando nuestra casa interior; mis brazos que necesito para ayudar a los demás serían como el baño siempre en movimiento; las piernas que me llevan de un lugar a otro son como la cochera; mis órganos son como la sala refleja la armonía o el mal funcionamiento de la casa; mi cerebro es como la cocina, ahí se hacen planes, se alimenta el cuerpo, o se toman decisiones y la parte más importante del hogar, la más íntima y personal es el corazón, que es como la recámara, donde tengo los objetos que más cuido, es donde guardo mis tesoros, es de donde sale la vida de una familia; si está sucia, solo voy a tener pensamientos negativos, porque no voy a tener la mente limpia y eso me va a llevar a sucumbir ante las tentaciones, olvidándome de los talentos y dones que fueron instalados en mi corazón el día que fui creada.

Y tú ¿por donde empiezas cuando limpias tu casa?

Es tan importante la manera en que damos amor y cómo compartimos nuestras virtudes, en ese esfuerzo que hacemos por acompañar a nuestros padres, en escuchar a nuestros abuelos, en enseñarle a nuestros hijos a amar y a valorar lo que cada uno tiene en su interior. Ser serviciales, preocuparnos por que los demás estén bien, estando listos para sonreírle al que está triste, de tomar la mano del que está enfermo, de abrazar a Dios por medio de nuestras acciones como la del perdonar y pedir perdón.

Si estamos con Dios, ¿Quién puede estar contra nosotros? El primero que va a salir huyendo de nuestro corazón es el demonio.

Propósito de hoy: Limpiar mi casa, que es el templo de mi corazón donde habita Dios.