9 DE OCTUBRE: TE AYUDO EN TU DOLOR.

Lucas 10, 23-37 “Maestro, ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna?”

Muchas veces a los seres humanos no nos gusta hacer preguntas, mucho porque se cree que denota ignorancia ¿Te sucede a ti? Sin embargo es por medio de las preguntas que encontramos respuestas y nunca debe darnos vergüenza hacer una pregunta cuando no entendemos algo, o cuando queremos estar más informados y saber más, o conocer más incluso de cada persona con quien convivimos.

La respuesta de Jesús es, que sigamos lo que está escrito en la ley: ¡ahí tenemos las respuestas! “Amarás a Dios por sobre todas las cosas, con tu corazón, con tu alma, con todas tus fuerzas, con todo tu ser y a tu prójimo como a ti mismo” y entonces viviremos en paz aquí en este mundo y en el que nos espera una vida eterna, al lado de Dios.

En este Evangelio ganó la compasión al prójimo. Aquel buen samaritano que se compadeció de un hombre golpeado casi muerto, tirado en media carretera; lo levantó, curó y lo llevó a que lo asistieran porque estaba lleno de amor y misericordia. Y es lo que nos da la ley de Dios, nos enseña a actuar siempre motivados por el amor que Él nos da todos los días. No seamos como aquellos que pasaron de lado al ver al hombre casi muerto en el suelo, sin hacer nada por él; que la indiferencia no sea parte de nuestra vida diaria, no, tengamos empatía por el que sufre, por el que está desnudo, por el que tiene hambre y que nuestro sentido de compasión nos permita darnos el tiempo para socorrer a aquel que pide ayuda.

Hoy día, el mal que enloquece a nuestras familias está en el teléfono celular, que se ha convertido en una tercera mano y solo es una máquina que controla conciencias cuando éstas están vacías de Dios, de sentido común y al igual que una droga que nos mata, actúa en nuestra contra, alejándonos unos a otros cuando más nos necesitamos en esta realidad con que batallamos para salir adelante. Hay que acercarnos a Dios, orar, pedir perdón y vivir como hermanos que buscamos el bien común para llegar a la vida eterna con paz en nuestro corazón.

Propósito de hoy: Quiero ser como el buen Samaritano que se acerca a quién necesita mi ayuda.