28 DE AGOSTO: SOY TU VERDAD.

Mateo 23, 13-22 “Ay de ustedes, hipócritas”

Escuchamos a Jesús llamando la atención a los fariseos y los escribas que intentan cobijarse ante la ley de Dios para su beneficio, buscando fieles que les den tributo a ellos y a su ideología alejándolos de Dios, manipulando a los que lo seguían y creían en él, como sigue sucediendo hoy día cuando nos  topamos con personas que quieren cegarnos ante la razón por la cuál Jesucristo vino y murió por nosotros. Desafortunadamente es un mal dentro de la sociedad, cuando líderes sociales o religiosos quieren hacernos  creer más en sus ideas que en la palabra de Dios.

Cuando alguien dice “es una mentira piadosa”, no deja de ser una mentira y en ese decir piadoso, alguien termina lastimado y engañado; usamos con tanta libertad esa expresión que creemos que es algo bueno y pensamos que no habrá repercusión alguna. O cuando nos quieren hacer creer que salir a destrozar la ciudad en nombre de la defensa de la mujer, los grupos feministas lo hacen ver como una lucha necesaria, cuando en realidad podemos hablar de los derechos de la mujer sin tener que atacar a alguien ni tener que salir a las calles sintiendo que tenemos poder suficiente como para perturbar la paz social.

Sí, así de fácil es salirnos del camino que Dios ha trazado para cada uno de nosotros ¿verdad?

La vida virtuosa tiene muchas recompensas, principalmente nos lleva a la paz interior de sabernos dignos del amor de Dios. Nos compromete a intentar ser personas de bien, de humildad, de bondad y de misericordia ante lo que sucede a nuestro alrededor. Al ser  conscientes de la verdad, intentamos vivir según lo que nos enseña la palabra de Dios, siendo  honestos, dejando la hipocresía de llevar una doble vida fuera de nuestro camino, enfocándonos en el bienestar de la familia y del ámbito en el que vivimos.

Dios nos invita a seguirlo, a llenarnos de fe, a querer imitarlo en la claridad de nuestro pensamiento y nuestras acciones. Dios quiere que seamos testimonio de su infinito amor por medio de la verdad.

Propósito de hoy: Dejar de hacer cosas que nos hacen creer que son buenas y que sabemos en el fondo que no es así,  para así, poder  seguir los pasos de Jesús en la obediencia y el amor.