18 DE AGOSTO: NO ME DOY POR VENCIDO.

Mateo 19, 3-12 “Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”

El Evangelio de hoy se refiere al matrimonio, Sacramento de la Iglesia, que se da entre dos personas, que al unirse se consagran a Dios y representan la unión única entre Cristo y la Iglesia, es un vínculo por la gracia de Dios, por eso no lo puede separar el hombre.

Esta unión requiere dedicación, respeto y servicio mutuo, entre muchas cosas más. Es estar dispuestos a tener una entrega en nombre del amor y dejar fuera al egoísmo, es sentir siempre el deseo de estar ahí para la otra persona, apoyarla, acompañarla, escucharla y para actuar en favor de la pareja, de la unión, siempre teniendo como prioridad una entrega incondicional.

Cuando uno se concentra en satisfacer sus necesidades personales, en ser el que recibe y que no está dispuesto a sacrificarse, sale a buscar a alguien que si lo quiera complacer y es ahí cuando, en lugar de trabajar en cómo dedicarse a su pareja, prefiere lo que considera fácil: abandonarla  y encontrar a una persona más necesitada de amor que esté dispuesta a complacerle a cambio de compañía.

El matrimonio es un vínculo de amor que viene de Dios y cuando una pareja entiende eso, está dispuesta a fortalecer su relación cuando el amor empieza a fallar y entonces se convierte en una dedicación mutua por la gracia del amor que reciben de Dios. Nunca hay que darse por vencidos, porque Dios nos da las herramientas necesarias para aprender a amar como nos ama Él.

Si estás en un momento difícil de tu matrimonio, recuerda que eres la unión con Dios a través de tu pareja y siempre es buen momento para dejar fuera el egoísmo, o la vergüenza del fracaso en tu matrimonio y esforzarte por comprender que en el servicio y en el perdón es cuándo más entendemos a Jesús en la cruz, que hasta el último momento supo amarnos y perdonarnos.

Ahí en la cruz…Él no se dio por vencido.

Propósito de hoy: Amar a mi esposo o esposa, como Dios me ama a mí y vencer la rutina de mi relación, uniéndome más a Dios de la mano de mi pareja.