24 DE JULIO: TU PALABRA ESTÁ VIVA.

Mateo 12, 38-42 “Aquí hay alguien más grande”

Jesús es el más grande de todos por su misericordia hacia nosotros.

Una de las cosas que me encantan de la palabra de Dios, Palabra de Vida Eterna es eso: que es eterna. No importa en qué momento de nuestra vida leamos los evangelios, siempre se aplican al momento actual en que vivimos y se aplican de igual manera las parábolas, los sermones, las predicaciones como si hubiéramos escuchado a Jesucristo esta mañana.

No hay alguien más grande, ni el presidente de un país, ni el líder de alguna comunidad, ni la dueña de una empresa o el jefe de la compañía, que Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Y es que en la Trinidad encontramos una manera de vivir, una forma de sana convivencia, una convicción firme en los valores morales que nos invitan al bien, al perdón, al servicio digno hacia los demás.

Es por medio del amor de Dios, que cuando hacemos algo por los demás, cuando tenemos compasión, o somos bondadosos, o cuando procuramos vivir sin hipocresía, sin rencores ni odios, que transformamos nuestro espíritu, nuestra manera de actuar y nos convertimos en testimonio de esa palabra que es eterna, que está viva, que nos acompaña a todos lados.

Mas grande que todos los que vinieron antes que Él,  Jesucristo nos trajo un mandamiento nuevo, el de amarnos unos a otros como Él nos ama a nosotros. Planta una semilla de esperanza, de paz, de templanza para vivir en armonía, nos pide que nos reconciliemos con nuestros enemigos, que aceptemos perdonar y pedir perdón.

Es en el amor de Dios que vamos a ver al otro como reflejo mismo de nosotros y es en el rostro ajeno que podremos contemplar también el rostro de Dios.

Propósito de hoy: Quiero aprender de tu misericordia para entregarle a los demás lo mejor de mí.