16 DE JUNIO: HOY SOY NUEVO.

2 Corintios 5, 14-21 “El que vive según Cristo, es una criatura nueva; para él todo lo viejo ha pasado, y ha comenzado algo nuevo.”

Estas palabras de la Segunda Carta a los Corintios que escribió San Pablo nos habla de reconciliación. Para Cristo, lo viejo, o bien nuestro yo anterior, el pasado, los errores, las faltas a la moral, a la justicia y todo lo que fuimos y que no nos gusta, es parte de nuestro pasado; Él quiere que sepamos que hoy comienza algo nuevo, un nuevo yo, una nueva vida en Cristo Jesús, en el arrepentimiento, en la verdad, en la búsqueda de una versión diferente de nosotros mismos, que va a darnos una dignidad que tal vez perdimos en el pasado.

El perdón es algo muy importante, porque nos asemeja mucho a Dios ¿Lo sabes? Si, Dios de amor y de perdón. Él quiere que nos reconciliemos con él y con nosotros mismos, que nos perdonemos por lo que hay en nuestro pasado, lo que herimos, las veces que fuimos infieles, cuando no quisimos pedir perdón ni perdonar, cuando no sabíamos que hacernos daño es también falta de moral, de valores, de dignidad.

Somos una nueva creación de Dios cada mañana y tenemos la oportunidad de mejorar, de dejar atrás esos vicios que nos ciegan ante el deseo de reconciliarnos con los demás, de llevar buenas relaciones con la familia, con la pareja, con los hijos. Dios nos ve cada día como una criatura nueva, reformada y transformada en su amor infinito, nos pide que sigamos el mandamiento nuevo que es el mejor de todos porque nos enseña a amar a los demás como nos amamos a nosotros mismos y si acaso por ahí empieza el problemas, solo con escuchar la palabra de Dios podemos darnos cuenta que, ¡se ama como Él nos ama a nosotros! Que podemos aprender con humildad que el perdón es lo que nos convierte en fieles testimonios de verdad y eso nos ayuda mucho para poder amarnos a nosotros mismos y saber que con ese amor, podemos vivir mas intensamente y compartir con otros esa persona nueva que vemos cada amanecer.

Propósito de hoy: Saberme hijo amado de Dios para poder compartir ese amor en el perdón.