30 DE MAYO: SIGO A TU LADO.

Marcos 10, 28-31 “Nosotros lo hemos dejado todo para seguirte” 

¿Has dejado todo para seguir a alguien? ¿Al amor de tu vida tal vez, o a un sueño, o a Dios? O ¿Conoces a alguien que haya dejado su casa, a sus amigos, sus pertenencias, o a su familia para seguir a alguien o algo, o corretear los ideales de alguien más? 

Seguro que por ahí habrás conocido a alguien que lo dejó todo. 

Seguir a alguien significa sacrificio, estar dispuesto a servir con amor; es una entrega incondicional que te hace sentir vivo. Sentir esto hacia alguien, querer ayudarla, atenderla con amor, entregarte a querer que tu presencia en su vida le agregue y no le reste, es el verdadero significado del amor. Yo te sigo porque a tu lado me siento auténtico, porque me gusta estar ahí para ti, porque quiero ser tu compañero de vida en todo momento y saber que contigo puedo sentirme una persona digna.  

Imagínate que tú decides dejarlo todo y seguir a Jesucristo. ¿Te gusta la idea? ¿Suena interesante? Los discípulos de Jesús dejaron todo porque creyeron en Él, les gustó de lo que hablaba, quisieron conocer más sobre ese padre de amor del que tanto predicaba; decidieron caminar a su lado dejando atrás sus riquezas que seguramente no les brindaban la sensación de plenitud ni de esperanza que este hombre de Nazaret les ofrecía. Gracias a estos seguidores, nosotros conocemos más sobre esa palabra de vida eterna, sabemos que el rio de agua viva jamás se secará y tenemos la esperanza de que más allá de nuestro conocimiento hay una verdad que necesitamos como motor para hacer cosas buenas.  

Dejarlo todo es ser el primero, porque en esa entrega reconoces que amor de Dios te fortalece a cada paso que das; te ayuda a aceptar tu dolor y tu alegría, te llena los espacios que pudieras tener vacíos porque tu corazón se convierte en el corazón de Jesús. 

Propósito de hoy: Querer ser testimonio de tu amor y seguir mi camino a tu lado.