22 DE MAYO: QUIERO SABER DE TI.

Juan 15, 18-21 “Pues no conocen a aquel que me envió” 

 Aquel que envió a Jesucristo es su Padre y quién no conoce al Hijo, no conoce al Padre. ¿Qué podemos hacer para conocer tanto al padre como al Hijo? 

Podemos estudiar la palabra de Dios y vivir los Sacramentos de la Iglesia Católica. Los sacramentos son signos de amor y presencia de Dios en nuestra vida. Todo empieza desde que nacemos y somos bienvenidos a la comunidad católica a través del Bautizo, al que le siguen la Confirmación, La Eucaristía o Primera Comunión, el Matrimonio o la Orden sacerdotal, la Reconciliación y la Unción de los enfermos. Estudiar el Catecismo de la Iglesia Católica nos acerca más al conocimiento de Dios y nos ayuda a ser testimonio del amor de Jesucristo.  

 Otra manera de conocer a Jesús es por medio de los Mandamientos de la Ley de Dios que son 10 que nos entregó Moisés y uno que es el Mandamiento Nuevo que nos deja Jesús, el Hijo de Dios. Éste último es similar al primer y segundo mandamiento que habla del amor. Lo podemos repasar en la Sagrada Escritura, que es la Biblia, en el Evangelio de Juan 13, 34 “Como yo los he amado, así también ámense los unos a los otros”.  

Es por medio del amor que le damos a los demás que podemos ser testimonio de fe de que existe Dios. Podemos convertirnos en fuente de esperanza para otros cuando nos acercamos a ayudar al que lo necesita, a escuchar al que se siente solo, a atender y servir a nuestros mayores y a todo aquel en dificultad, trabajando en equipo, siendo amigos y sabiendo estar ahí con una sonrisa en momentos difíciles y de dolor.  

 Es en la caridad y la bondad con que vivimos nuestra vida, que conocemos al Padre. 

Propósito de hoy: Tener el deseo de conocer más a Jesús.