18 DE MAYO: ¡QUIERO SER TU AMIGA!

Juan 16, 16-20 “Su tristeza se transformará en alegría” 

Está bien sentirse triste, alegre, enojado, decepcionado, animado, es parte de nuestra naturaleza humana y es imposible que en nuestro caminar por el mundo todo sea de color de rosa. Hay días que solo quieres oír canciones de amor y que estás melancólico sin saber por qué. Al estado de ánimo hay que dejarlo ser de vez en cuando, salir libremente, que se enoje si quiere o que llore, es saludable, no conviene controlar nuestras emociones todo el tiempo. Hay ocasiones que estás ahí medio aburrido y despiertas a una alegría que ni sabes por qué, ¿Te ha sucedido? Creo que son espacios de reflexión, sí, para que detengas un poco la velocidad del día y analices cómo vas, si continúas por el camino que te va a llevar a la felicidad o si vas tropezando por todas partes sin saber que es lo qué pasa. 

La amistad que se logra con Jesucristo es muy positiva, si, puedes ser amigo de Jesús. ¿Cómo? Conociéndolo, aprendiendo sobre su vida, lo que hizo. Es como cuando conoces a alguien que te cae bien, quieres saber más, se cuentan cosas personales, tú sabes cómo fue su niñez y ella sabe que es lo que te lastima. Y así la amistad se va haciendo estrecha y quieres compartir tu vida con ese amigo o amiga, empieza a formar parte de tu vida porque así lo decidiste.  

Igual pasa con Jesús, mientras más sabes de su vida, más quieres abrir tu corazón para que él sepa de la tuya. ¿Sabes que un día, de chico se perdió? ¿Te enteraste de que sus padres viajaron mucho hasta llegar a un pueblito que se llama Belén donde nació y que nació en una granja? ¿Te han contado o has leído que era alguien que sanaba a las personas? ¿Que era un gran médico, un excelente orador, un pacifista total, era un soñador con una meta, tenía palabra de vida eterna y que además de todas sus cualidades era muy respetuoso y amaba a sus amigos? Hay mucho que no sabemos de él, pero una cosa si es cierta, cuando estamos tristes solo con pensar en él podemos alegrar nuestro día, por su palabra de amor, porque nos enseña a servir a los demás con amor, porque en su ejemplo podemos decir la verdad y vivir con honestidad. Ser amigos de Jesús tiene muchas ventajas y la mejor de todas es que podemos sentir que siempre está a nuestro lado. 

Propósito de hoy: Reconocer a Jesús en la presencia de mis amigos.