13 DE MAYO: ¡HAY QUE ESPERAR LO MEJOR!

Juan 15, 18-21 “Si el mundo los odia, sepan que me ha odiado a mí antes que a ustedes.” 

Esta es una afirmación muy fuerte que solo me hace pensar en que, si tantas personas odiaron a Jesús al grado de asesinarlo, porque me sorprende tanto que haya personas que me odien a mí, si solo soy una persona normal, que no hago milagros, ni tengo virtudes como las de Jesús, ni mucho menos el don de sanar a los demás. 

¿Qué podemos esperar del mundo? Pues, ¡hay que esperar lo mejor! 

 Podemos empezar siendo el ejemplo. Vivimos en una sociedad que parece estar distraída consigo misma, mucho se convierte en lo que yo quiero, en cubrir mis necesidades, en que primero yo y después yo, en un egocentrismo impresionante donde estás más ocupado en tu exterior que en lo que hay en tu interior. ¿Estarías de acuerdo conmigo? Tal vez tu no, pero la gente que te rodea, en casa, en la escuela, en el trabajo. Y ¿Cómo te hace sentir? Te sientes solo, como que vas por el mundo con la presencia de Dios y ya; o sientes que todos van contigo porque piensan como tú, que lo qué hay dentro del corazón es más importante que la ropa de marca que usan. Eso indicaría que has sabido elegir a quien te rodea y que tal vez tengas pocos enemigos que te odien, porque caminas con aquellos que son como tú, llenos de la presencia de Dios.  

Seguir una vida correcta tiene mucho que ver con la fuerza de tu corazón, a veces más que la razón. Cuando confiamos en que la palabra de Dios es verdad, llevamos una vida más ordenada. Si, tal vez sí, de reglas sencillas, pero muy difíciles de cumplir. Por ejemplo: “Amarás a Dios por sobre todas las cosas”, si hacemos las cosas sabiendo que nuestra guía y verdad es la fortaleza de Dios, le ponemos nombre a nuestros valores. Y nuestra actitud define nuestro carácter, no importa si nos odien o no, lo que importa es que nosotros no odiemos ni queramos tener enemistades porque nuestro corazón se parece al de Dios cuando vive en él el amor. 

Propósito de hoy: Ofrecer un abrazo a alguien que se siente triste.