Juan 7, 1-2. 10. 25-30 “¿No será éste al que quieren matar?”
El derecho a la vida y a la vida digna, lo hemos sufrido los seres humanos desde el comienzo de todo. A Jesucristo lo querían matar, entre otros motivos, por sanar en sábado y suponía que el sábado era día de guardar. Y algo así nos dice el evangelio ¿Acaso para sanar debe uno esperar un día específico? Hasta que llegó el día en que lograron crucificarlo, tal y como estaba escrito en la historia de salvación.
Hoy día creemos que hay persecuciones desde hace poco, sin embargo han existido toda la vida, persecuciones religiosas y políticas principalmente ; el deseo de matar a quien estorba para los propósitos mundanos de muchos. También están aquellos que se esfuerzan por matar la moral y los valores justos que hay en las sociedades; matar el espíritu de libertad al que todos tenemos derecho. Dejamos morir a Dios en el corazón. Perseguimos valores que destruyen las relaciones interpersonales; valores materiales que nos descomponen el alma, que devalúan al amor. ¿Cómo está tu escala del bien y del mal? Ésta es una pregunta qué hay que hacernos con frecuencia, y qué hay que tratar de entender en nuestro quehacer diario, cotidiano. ¿De que manera nos acercamos a Dios? ¿Lo buscamos?. Que mejor que contestar que siempre estamos buscando su amor; que ponemos como prioridad el servicio a los demás, la atención a nuestros mayores, el apego a las cosas bonitas de Dios, como la oración, la Eucaristía y la reconciliación.
De las acciónes mas grandes en las que podemos concentrarnos para imitar a Jesús es en el perdón, porque es en el perdón que regresamos a la vida, nos llenamos de alegría y dejamos de sufrir por emociones que solo nos hacen daño. Dejamos de bloquear la imagen de Dios porque la falta de perdón borra la felicidad y te convierten en alguien sediento de venganza, te envenenas solo, odias y tu carácter se vuelve agresivo, limitas a los sentidos. Por eso, el perdón es la gracia mas grande de lo que somos capaces los seres humanos porque nos llevan a la paz.
Propósito de hoy: Revivir en mi corazón mi amor hacia Dios Padre.