16 DE FEBRERO: TE RECONOZCO EN EL AMOR.

Marcos 8, 27-33 “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?” 

“¿Quién dice la gente que soy?”, les pregunta Jesús a sus discípulos. Y nosotros, ¿Quién decimos que es Jesús? Los católicos primero diremos: qué es el Hijo de Dios; sin embargo, para los no católicos Jesús fue un profeta, no el Mesías ni mucho menos Dios mismo y para muchos otros es inexistente.  

Y dentro de tu corazón ¿Quién es Jesús para ti? Es una gran pregunta, para que contemplemos una respuesta que sea luz en nuestra vida. 

Jesús, el Hijo de Dios y Dios mismo vino a traernos el amor. Así de sencillo. Y muchas veces es un amor muy difícil de entender, principalmente ante la enfermedad y la muerte. Cuestionamos los ¿porqués? Sentimos que la vida es injusta y creo que sí es válido tener esas emociones e incertidumbres, más cuando estamos rodeados por personas que no creen en Jesucristo, ni que vino a morir por nosotros, ni que su sangre es una prueba de amor. Nos atacan haciendo preguntas que son difíciles de contestar intentando que, al no responderlas, les demos la razón. 

Sin embargo, la fe que tenemos en Jesús, nos puede llevar a dar respuestas que tal vez no sabíamos que teníamos. ¿La mejor de todas? ¡Jesús es amor! Y ante esta respuesta no hay quién te gane. Jesús nos dio la gracia de poder amar, creamos en él o no; Jesús nos ama incondicionalmente y siempre procura lo mejor para cada uno, dentro del libre albedrío de amarlo o no. Jesús nos enseña que las virtudes de las que somos capaces nos sirven para vivir en armonía con los demás.  

 Jesús es bondad, sacrificio, alegría, verdad, dolor, esperanza, paz, renuncia, sabiduría, entrega, doctrina, Palabra de Vida Eterna, gracia, luz, camino, contemplación, bienaventuranza, caridad, sanación, eternidad, familia, Padre, Hijo, hermano, amigo y más que todo lo que yo pueda seguir escribiendo, jamás olvidemos que ¡Jesús es AMOR! 

Proposito de hoy: Hacer una oración agradeciendo nuestra vida y recordarle a Dios lo que significa en nuestra vida.