10 DE ENERO: QUIERO SER FELIZ.

Marcos 1, 21-28 “¿Qué quieres tú con nosotros Jesús de Nazaret?” 

Seguramente muchas veces hemos escuchado a alguien decir, o en su defecto a nosotros mismos: ¿Quién es este Jesús de Nazaret? Y ¿Qué tanto quiere con nosotros y de nosotros? Y si te dijera, con voz de Madre que Jesús solo desea que seas feliz, ¿Me creerías? 

En la formación del ser humano, se pierden los conceptos de felicidad cuando se enseña a que tener dinero te va a dar la felicidad. Y bueno, tener dinero es una gran ayuda a vivir mejor, más a gusto, con algunas comodidades, sin embargo, no precisamente a ser feliz. La felicidad la dejamos para “cuando tengamos cosas”. Perdemos de vista que el vivir bien emocionalmente es lo que nos da tranquilidad y paz. Vivir en armonía encamina nuestra vida a un mejor futuro. Y ¿qué es lo que podemos decir que Jesús de Nazaret quiere de nosotros?, que aprendamos a vivir con libertad en la verdad y con justicia para el bien común. Los Mandamientos de la ley de Dios, nos acercan a estos conceptos de libertad y justicia, de bienestar y sabiduría para entonces si alcanzar el entendimiento de lo que es la felicidad. 

Jesús de Nazaret, quiere que procuremos dejar los odios y el rencor fuera del corazón, que estiremos la conciencia para abrazar al que lastimamos, para perdonar a quien nos hizo daño, para correr al encuentro del que nos necesita. A veces perdonamos a alguien, pero cargamos con el dolor del corazón y también ese dolor, que no logramos soltar, nos ciega ante la realidad en que vivimos, obstruyendo paso a la felicidad. Perdonar, amar, olvidar, vivir, son emociones que debemos solicitar a este Jesús de Nazaret, para que con su gracia nos haga un corazón más fuerte y amoroso, para que nos llene de sus dones y virtudes y poder caminar en búsqueda del bien y la felicidad, primero de nuestro corazón y luego para compartirnos con los demás. 

Propósito de hoy: Abrir el corazón a las enseñanzas del Nazareno a través de la oración.