6 DE ENERO: MI CORAZÓN ES TU REGALO.

SOLEMNIDAD DE LA EPIFANÍA DEL SEÑOR  

La Epifanía del Señor es la primera revelación de Jesús para quienes no eran judíos, al presentarse ante todas las naciones. Es conocida como la Fiesta de la Manifestación de Dios, un día para adorar al Niño Dios y celebrar la salvación del mundo entero porque es el Rey, el Mesías, el Señor del mundo.  

En su libro Espíritu de la liturgia, Papa Benedicto XVI escribió: “Es difícil decir qué tan atrás se remontan los inicios de la fiesta de Navidad. Asumió su forma definitiva en el siglo III.” Sabemos que aproximadamente al mismo tiempo, la fiesta de la Epifanía surgió en Oriente el 6 de enero. 

Nos dice el Evangelio de Marcos que, en un pueblo de Judea, llamado Belén nació un niño que sería el Rey de los Judíos en tiempos del Rey Herodes. «¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo». Tras escuchar esto se alarmó Herodes y convocó a los jefes y maestros de la ley para preguntarles dónde nacería el Mesías. Luego llamó a los sabios y los envió hacia Belén, diciéndoles que se informaran bien donde estaba este niño para ir a adorarlo. Ellos, conocidos como los Magos de Oriente, o los Tres Reyes Magos, que dejaron sus tierras para salir al encuentro del que viene a llenar de esperanza a la humanidad, siguieron un camino que los guió hasta donde estaba el niño y al ver la estrella se llenaron de una gran alegría, llegaron a la casa y encontraron a María, la madre y a José junto al niño y caen de rodillas a adorarlo, ofreciéndole como regalos oro, que reconoce la realeza de Jesús, incienso honrando su divinidad y mirra su humanidad.  

Los Reyes de Oriente buscaban la luz de la esperanza y dejando todo, su riqueza y posición social, su comodidad, fueron al encuentro del Señor que había nacido en Belén; de igual manera estamos todos llamados a seguir la luz que ilumina el camino como lo dice Isaías “Levántate y revístete de luz, porque tu luz está llegando”.  

Los Reyes Magos, fueron advertidos en sueños de no regresar por el camino hacia donde estaba Herodes y tomaron un camino diferente para regresar a su país, convirtiéndolos en los primeros protectores del Hijo de Dios. 

Propósito de hoy: Que nuestro corazón sea el regalo de amor para el Niño Dios este día de los Santos Reyes.