30 de diciembre: CREO EN LOS ÁNGELES DE DIOS.

Mt 2, 13-15. 19-23 ”El ángel del Señor se le apareció en sueños” 

Acabamos de vivir una historia de amor preciosa, donde un Ángel de Dios, se le apareció a una jovencita, anunciándole que sería la madre del Salvador, que no tuviera miedo. A la vez, otro ángel se le apareció a José para decirle que no tuviera dudas y que sería el Padre terrenal del Hijo de Dios. Y así hemos escuchado la aparición de ángeles a los pastorcillos y a los Reyes Magos que venían del Oriente a conocer al Rey del Universo, que también protegieron a Jesús. 

Tantas historias de ángeles nos han contado en esta Navidad para que el Salvador pudiera nacer y cumplir su misión de amor en nosotros. Y tú ¿tienes tu historia de ángeles? Yo estuve a punto de perder la vida en un auto hace 25 años, cuando aún no sabía que tendría un hijo; estábamos en medio de la carretera en el tercer carril de 6 carriles mi mamá y yo, y me abracé a ella, le dije que la amaba y que íbamos a morir porque atrás de nosotros venía un camión que no tendría tiempo de frenar. Nos abrazamos y en cuestión de segundos en que esperábamos el choque que era inevitable, abrimos los ojos y estábamos del otro lado de la carretera en el acotamiento. No había explicación. Mi hijo se llama Cristóbal porque San Cristóbal es el santo de los caminos que salvó a muchos niños en aquel rio caudaloso. Cuando Cristóbal cumplió dos años, siendo un niño extremadamente sensible me tomó de la mano y me dijo que aquel día, que íbamos mi mamá y yo en el auto, y que íbamos a morir mi mamá, él y yo; él le dijo a Dios que quería que yo fuera su mamá y movió mi auto de ahí para que no nos pasara nada. Él fue el segundo milagro de mi vida y aún si las personas no creen en la existencia de los ángeles, yo sí creo, porque me tocó formar a uno durante su niñez. Hoy es un joven adulto que sigue teniendo un corazón testimonio del amor de Dios. 

Las historias de ángeles son extraordinarias y aún si se ríen de ti los que creen que son inventos, no temas, son tus vivencias y tienes derecho a compartirlas con los demás porque te han causado alegrías, porque tal vez, te han llenado de paz y de esperanza. Siempre cree lo que siente tu corazón, porque cuando está lleno del amor de Dios, no le hace falta nada más. 

Propósito de hoy: Ser un ángel de amor para alguien que te necesita.