16 de diciembre: VIVO EN TU AMOR .

Juan 5, 33-36 “Dio testimonio de la verdad” 

Y ¿Cuál es la verdad? Hacemos de la vida un dilema, nos gusta complicarnos todo; que si él dijo, que si yo dije, que te esperé, que no llegaste, que no fui por los niños a la escuela, que pensé que irías tú, y así nos la llevamos todos los días. Hasta es agotador solo de imaginarlo. Y bueno, esta comunicación distorsionada, es un ejemplo de lo que ocasiona que los seres humanos dejemos de ser testimonios de la verdad y de amarnos. 

Así que, hablemos sobre la verdad, esa que nos hace libres, la verdad en nuestra manera de sentir y de actuar, la verdad que nos da el amor de Dios. Y digo el amor de Dios, porque tener amor en el corazón es una gracia, es un don del Espíritu Santo que vive en nosotros; es el amor con que ofrecemos respeto a los demás, el amor con que cuidamos a nuestros padres, el amor a la vida desde la concepción, es el amor a no tomar lo que no nos pertenece, al trato que damos a nuestros hermanos; el amor con que servimos a nuestros semejantes, con que vestimos al que está desnudo y alimentamos al que está hambriento.  

Sé que ya haces todo esto, que eres así, solo que nadie te lo ha dicho, damos por hecho que todos lo saben así que nunca lo decimos en voz alta. Nos hemos acostumbrado a ver al samaritano y al buen pastor sin agradecer lo que hacen por nosotros. Ahí es donde dejamos de ser testigos de la verdad, del amor, de nosotros mismos. Podemos ser el buen pastor, el padre amoroso y el samaritano, y podemos dar testimonio de la verdad de Dios al ser cortes, bueno, amable, honesto, amoroso con los demás, respetuoso, fiel. Así damos testimonio de su amor, Él es parte de tu vida, de la mía, de todos; solo que hay algunos que aún no lo reconocen, que aún no saben que ese amor que tienen en su corazón proviene de Dios que nos hizo como a su Hijo Jesucristo, nos creó perfectos y únicos, diferentes, pero iguales en el amor. 

Propósito de hoy: Agradecer a la persona que nos acaba de ayudar con algo, tal vez a quien nos hizo el desayuno, o tendió la cama, o lavó los platos; pongamos en práctica ser agradecidos y decir gracias en todo momento.