20 de octubre: SÉ ESE FUEGO.

Lucas 12, 49-53. “He venido a traer fuego a la tierra”. 

Fuego, pruebas, paz, división. Y entre estas cosas, el discernimiento de saber elegir; la libertad de poder decidir el camino a seguir. Los seres humanos tenemos la capacidad de entender que nos hace bien y que no. Si me inclino por la vida sin responsabilidades, no puedo decir que es una vida feliz; pero si decido tener la responsabilidad de mí mismo, de querer trabajar para el bien común y el mío propio, si puedo pensar en un final feliz. 

Hay un dicho que dice “las drogas destruyen” y personas que tienden a decir que es una exageración. Sin embargo, si en tu núcleo familiar hay una persona que usa drogas en el día a día, crea un desequilibrio de paz en el hogar porque permite que algo controle su vida, porque ese mal que defiende tanto, le crea un sentido de libertad errónea. La libertad consiste en saber utilizar tu vida, tu tiempo, tus acciones de una manera responsable, de servicio a los demás y de la procuración de la paz. 

Un hogar con drogas, alcohol y vicios, trae consigo desorden; primero a quien lo consume y después a quienes viven en la misma casa o están en la misma familia. Se convierte en una persona incontrolable de sí mismo; la coexistencia se vuelve difícil, a veces incomprensible, la cooperación en las labores de cada uno se pierde. Se rompen lazos entre padres e hijos y entre hijos y padres, (que no es lo mismo); entre hermanos, entre cónyuges, ya que deja de haber comprensión y armonía. “He venido a traer fuego a la tierra” y ese fuego debe servirnos para fortalecer nuestras creencias y para crecer también en amor, servicio, equidad, justicia, paz y respeto.  

Vivamos con armonía, tratemos de no llevar vicios en nuestra vida, que podamos decidir tener una casa llena de bondad, de compasión, de amor. Podemos ayudarnos unos a otros en lugar de estar divididos por las tentaciones que llevan al mal; intentemos ser ese punto de paz, ese fuego que nos incita al bien. Que podamos vivir en comunidad como familia, como amigos, como compañeros de trabajo y que nos ayudemos con el corazón dispuesto a perdonar y a pedir perdón por las faltas que hemos hecho hacia quienes amamos. 

Propósito de hoy: Identifiquemos los vicios que nos alejan de los demás y tratemos de trabajar en ellos para poder tener una vida armoniosa, llena de paz y de amor.