3 de octubre: Soy yo.

Lucas 10, 25-37. “¡Y quién es mi prójimo?” 

Tú eres mi prójimo y yo soy tú prójimo. Tú eres el reflejo de Dios que veo en ti y yo soy el reflejo de Dios que tú ves en mi…eso suena complicado. Imagina que vas en un auto y te quedas sin gasolina, de hecho, ¡me paso a mí cuando estaba en la universidad!; y alguien se detiene a ayudarte, o tú te detienes a ayudar. ¿Por qué lo haces, porqué te detienes?. Yo te digo; es porque todas las personas estamos empoderadas para hacer el bien, por instinto nos detenemos y ayudamos ¿No te pasa eso?.  

La vida está llena de momentos de prueba, y las podemos superar con nuestro sentido de compasión y caridad, muchas veces lo hacemos inconscientemente. Es la gracia del servicio. ¿Quién es mi prójimo?: YO. Tu eres tu prójimo, así que trátalo bien, con amor, con bondad, con alegría, porque todo lo que damos en la vida, se nos compensa de maneras asombrosas. Y si no das, si tu corazón está cansado, si tu fe ya no existe, si tu luz se está apagando, solo piensa que tú eres tu prójimo y que tienes que tomar fuerza, valor y confianza en que puedes hacerlo mejor. Vas a salir adelante porque eres un ser humano único que va a despertar de ese letargo y vas a darte cuenta que el servicio a los demás con amor te hace sentir útil en tu vida. Tener algo que dar, todos podemos dar algo…abre tu corazón y encuentra dentro de él ese amor, esa compasión, ese perdón, esa caridad, y ese valor que crees que se acabó.  

Despierta y cree en ti, confía en ti y enciende tu fe, renuévala, déjate enamorar, permítete reencontrarte con tu corazón y recuerda que tú eres tu prójimo y debes tratarte tan bien como tu prójimo a ti. Somos un reflejo de la creación y en esa creación somos únicos y perfectos a los ojos de Dios. 

Propósito de hoy: Sé bueno contigo hoy y toma un tiempo para ti, haciendo algo que te hace feliz.