9 de agosto: Amar como ama un niño.

Mt 18, 1-5. 10. 12-14

“Si un hombre tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿acaso no deja las noventa y nueve en los montes, y se va a buscar a la que se le perdió?” 

Seguro tienes un amigo al que amaste que hace mucho no ves; y en el camino de tu vida, sigues conociendo a más personas y tal vez, hasta las compares con ese primer amigo. Sin embargo, no es lo mismo aunque  ya tengas muchos más, y lo sigues buscando. A lo mejor ese amigo es la oveja descarriada , o a lo mejor esa oveja eres tú mismo, que se perdió en algún lugar del camino. 

Hay tantas cosas a las que el ser humano es débil, ¡incluso ante el amor!. ¿Lo puedes creer?… Sí. El amor es el sentimiento más sagrado que tenemos, porque nos viene de Dios y es al que debemos cuidar más, con mayor esmero, porque aunque sea difícil de creer, es el sentimiento del que más abusamos. Perdemos la noción de lo que es bueno y no, para nosotros mismos y es cuando Dios se aferra a nosotros.  ¡Solo hay que abrir el corazón y dejarlo entrar!. Dejar de pensar que por nuestra acciones, no somos dignos de su amor. Él siempre es fiel y siempre nos ayuda a salir adelante por su amor. 

Hoy día, las enfermedades mentales y emocionales son más acertadas en su diagnóstico, como son la depresión, el alcoholismo, la pornografía, las adicciones; y no hablo solo de estas adicciones, sino también al odio, a la avaricia, a lo banal, a las co-dependencias, a lo mundano, que nos impiden ser auténticos como un niño.

Ser la oveja perdida no significa serlo siempre; no. Es, a esa oveja perdida, a la que más busca Jesus, porque sabe que en su dolor, es quien más lo necesita. Nos recuerda constantemente, que cada uno somos su hijo predilecto y que no importa cuántas veces estemos extraviados en las tentaciones que nos rodean, Él siempre va a buscarnos, porque nos ama. 

Esa oveja perdida, soy yo…eres tú. Te invito a ser como un niño y a permitir que el amor de Dios llene tu corazón y puedas amar como ama un niño. Abre tu corazón, déjate llevar por Él,  y permítele ser parte de tu vida. 

 

PROPÓSITO DE HOY: Amar como ama un niño; con la verdad, con honestidad, de una manera auténtica y pura.