24 de Junio: Mi Sagrado Corazón

Lucas 15, 3-7

¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido.

Hoy celebramos el día del Sagrado Corazón. Muchos crecimos haciendo los 9 primeros viernes de mes y quizá era lo único que sabíamos del Sagrado Corazón. Pero hay tanto que decir que a veces uno “se queda sin palabras”. Les comparto algo MUY personal que escribí en mi oración.

“Señor yo también vengo a tus pies con mi hemorragia que ha debilitado mi capacidad de amar, mis juicios se han acrecentado, mi voluntad se ha debilitado, mi paciencia se ha agotado, mi dolor incrementado.

Quiero tocarte para curar tus heridas, quiero tocarte para aliviar tu dolor, quiero tocarte para consolar tu corazón, quiero abrazarte y susurrarte al oído cuánto te amo. Tocarte con una sonrisa cuando me cueste sonreír; tocarte con presta atención cuando esté dispersa o cansada; tocarte con un pensamiento positivo ante un juicio temerario; tocarte haciendo una visita consiente y alerta; tocarte Señor viviendo una misa despierta, alerta.

Mi Sagrado Corazón. No hay nada en este seco corazón para ofrecerte. Pero aquí te lo dejo. Toda palabra se quedaría corta; cómo expresar gratitud a quien ha dado su propio corazón para que yo tenga uno; que decir cuando ese corazón late de amor día tras día sosteniendo al corazón seco que por más que esa gota de sangre cae, es tan reacio y frágil que no deja que el amor lo riegue y empape.

Te amo, te adoro, te bendigo aunque mi corazón no sienta, no haya ninguna emoción. Aquí estoy señor con el corazón seco que pongo a tus pies.