17 de Junio: Cuidar y proteger mi tesoro

Mateo 6, 19-23

Donde está tu tesoro, allí está tu corazón.

“Donde está tu tesoro, ahí está tu corazón;…tus ojos son la luz de tu cuerpo”. Estas analogías de Jesus son muy buenas. A mí me hacen reflexionar y me llevan a hacerme un chequeo general. Volver a mi tesoro ¿cuál es? Y desempañar esa mirada que a veces se queda fija en algo que no ayuda. Si mi tesoro es Mi Señor mi corazón va a buscar solo agradarle a Él, va a buscar cuidarlo, apapacharlo, agradarle en todo. Y si mis ojos están fijos en ese tesoro y no miran para otros lados, habrá armonía interna y externa. Pero somos de carne y hueso y un pedazo de pescuezo y de repente medio que papaloteamos, nos despistamos, se nos pega todo aquello que es pasajero, que se acaba, nos distraemos por un momento, pero Cristo es celoso y “viene a cobrar”. Aseguremos nuestro tesoro, la esposa al marido y familia; la estudiante su familia y principios; el ser humano su integridad y plenitud. No nos dejemos envolver por los bienes pasajeros, eso son eso, pasajeros, más bien busquemos el tesoro que llena y perdura para la eternidad.

Propósito: hoy cultivar mi tesoro.