27 de abril: Vivir en la luz de la Verdad

Jn 3,16-21

Dios mandó su Hijo para que el mundo se salve por él.

“Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios”.  Aquí seguimos con el tema de la autenticidad, la verdad, la transparencia. La Verdad es Una, esa “encerrada” en una persona Cristo, mi Señor. Él es Verdad, él es la Luz. No nos andemos con rodeos, ni con medias tintas. Si quiero vivir en la verdad de mi misma, en la verdad de Dios, tengo que vivir conforme a los que El me indica, o más bien de acuerdo a lo que El vivió. La vida en Cristo se resume en “pasó la vida haciendo el bien”. Es decir, el famoso binomio: amar y servir y hacerlo con una sonrisa. Por eso es que todos queremos seguir a Cristo, porque irradia luz, verdad, y la luz guía, la luz ilumina, la luz abre caminos, la luz da seguridad, la luz calma, la luz invita, llama…seamos imitadores de Cristo, seamos, vivamos en la luz (aunque no brillemos) que guían a otros. Vivamos en la verdad de uno mismo, que esa verdad atrae pues ilumina.

Propósito: hoy ser luz para otros.