16 de marzo: yo3

Mateo 20, 17-28

Lo condenarán a muerte.

“El hijo del hombre no ha venido sino a servir.” Cristo insiste en su punto, servir. Ya saben que yo soy práctica. A mí que me digan el uno, dos tres y venga. Pues el uno, dos, tres, del servicio, es el otro. Sí, así de sencillo, primero Dios, segundo los demás y tercero yo. Ahí está la clave para limpiar el corazón. Poner al otro primero, sonreír en la mañana; poner al otro primero, palabra de afirmación; poner al otro primero, un besito al despedir a los niños; poner al otro primero, comer tranquilamente sin aparatos en la mesa; poner al otro primero, visitar a la abuela; poner al otro primero, dar las gracias mirando a los ojos a la otra persona; poner al otro primero, perdonar de corazón a quien me haya ofendido; poner al otro primero, sentarme con mis cinco sentidos acompañado al compañero de vida; poner al otro primero, escuchar con atención; poner al otro primero puede ser, es, muy agotador, pero poner al otro primero llena el corazón.

Propósito: #hoyyo3