11 de marzo: reconciliarte, re-encontrarte con…

Mateo 5, 20-26

Vete primero a reconciliarte con tu hermano.

Cuaresma es tiempo de conversión. Tiempo de vaciar, de limpiar el corazón.  Tiempo de oración y limosna, es decir pedir por y ayudar al otro. Cristo que nos conoce muy bien, nos dice, no se distraigan, para vaciar del todo el corazón y que quede bien limpio hay que “reconciliarte con tu hermano”. Es fácil dejar de comer chocolate, ayudar un par de horas en el asilo, sacar una bolsa de ropa, escribir un cheque para… pero tomar el teléfono, subirte al coche, sentarte a escribir, para decir TE PERDONO. Eso sí cuesta, cuesta olvidar la traición, el engaño, la burla; cuesta olvidar las palabras hirientes, la marca en el corazón. Reconciliar no es solo olvidar sino conciliar, volver a querer y buscar lo mismo. Es volver a querer sin peros ni condiciones.

Propósito: hoy volver a querer a Nn.