4 de marzo: ayunar para “encontrar el corazón”.

Mateo 9, 14-15

Cuando se lleven al novio, entonces ayunarán.

Me imagino que ya todos tiene su lista de propósitos de Cuaresma o sacrificios. No voy a comer chocolate, a tomar coca, una sola taza de café… En fin, todo eso es bueno para recordarnos que estamos en un periodo de conversión del corazón. Que estamos acompañando a Cristo en el desierto. Pero eso ayudará a convertir mi cuerpo, por así decirlo, pero no el alma, no el corazón. El verdadero ayuno viene del corazón. Ha circulado por ahí una lista que según dicen recomienda el Papa Francisco (no lo escribió el pero esta muy buena). Ayunar es abstenerse de algo lícito por amor a… Abstenerme de la crítica por amor a mi prójimo, abstenerme de palabras hirientes por amor al otro, abstenerme de pensamientos inútiles por amor a mí mismo, abstenerme de la flojera y la vanidad por amor a la vida, abstenerme de la superficialidad e indiferencia por amor a los demás… Ayunar es pensar en el otro, ayunar es salir de uno mismo para darse a los demás, ayunar es abrir el corazón para dejar que otros entren, ayunar es limpiar el alma para encontrar el corazón.

Propósito: hoy servir al otro por amor y con amor.