15 de febrero: Desembotar el corazón.

Marcos 8, 14-21.

“Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la de Herodes”.

Me encanta la franqueza y lo directo que es Cristo “¿tan torpes sois?” que teniendo ojos no ven y oídos no oyen. Sí, nos pasa, estamos tan embotados que no vemos al amigo que tenemos al lado, al hermano, a los hijos, al compañero. Les invito y me invitó a “desembotarnos” y hacer una pausa primero para ver quién es el verdadero amigo y que es el verdadero amor. Cristo nos dice “amigo es aquel que da la vida por sus amigo”; el verdadero amor no es un sentimiento o emoción pasajera, el amor es renuncia así  mismo para darse y dar vida al amado. Como bien dice la canción, tener un amigo es tener un tesoro y encontrar el amor es la riqueza más grande del mundo. Hoy valoremos de corazón lo que es ser y tener un amigo; lo que es amar y ser amada. Y nadie, absolutamente nadie puede decir que no tiene un amigo y un amor, simplemente levanten los ojos y vean a mi Señor clavado en una cruz por amor a mi y vean a mi Señor preso de amor en un sagrario esperando a un amigo que le haga compañía.

Propósito: hoy agradecer la amistad y el amor.