1 de febrero: “Tocar la fe”

Marcos 5, 21-41

Contigo hablo, niña, levántate.

Este evangelio sí que está cargado de grandes lecciones de fe. Vemos a un padre angustiado por su hija y Cristo le dice “basta que tengas fe”. A veces se dice muy fácil, “hay que tener fe”, ” es cuestión de fe”, pero cuando el dolor toca a tu puerta, cuando te invaden las dudas, cuando te envuelven las preocupaciones…no es que la fe vaya a calmar el dolor, desaparecer las preocupaciones, al menos no ha sido mi experiencia; más bien la fe me da la fuerza para sobrellevar el dolor, para enfrentar las preocupaciones, para aclarar dudas. La fe me lleva a ver con un poco más de claridad la mano de Dios y me da la certeza de que algo bueno vendrá, por qué Dios está ahí, aunque no lo vea ni lo sienta. La fe es creer cuando todo es obscuro, la fe es tener la certeza de que hay Alguien que lleva las riendas. La fe es creer en un amor y depender de él.

Propósito: repetir con mucho fervor, yo creo, espero, adoro y os amo Señor y te pido perdón por todas las veces que no he creído, esperado, adorado y amado. Hoy Señor yo creo, espero, adoro y te amo.