Conversión de San Pablo
Marcos 16, 15-18-30
Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.
Hoy celebramos la conversión de San Pablo, el apóstol que perseguía a los cristianos, de camino a apresar a muchos, escuchó al Señor, tuvo una conversión de corazón y pasó a ser el gran apóstol que recorrió ciudades predicando el amor de Cristo. En el evangelio recibimos la instrucción: “vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio”. San Pablo predicaba con fuerza, certeza, entusiasmo….yo salí de casa hace 28 años con la ilusión de ser otro San Pablo, y sigo en esa lucha por llegar a muchos corazones. Con forme pasa el tiempo, me doy cuenta que “el mundo” se reduce a quien me rodea, mi mundo: mi familia, mi salón de clase, mi grupo de oración, amigos, mis colaboradores en el trabajo… “Id por todo el mundo y predicar el evangelio”. El evangelio que me trae palabras de consuelo, de paz, de alegría, de esperanza, de amor, de fe. Cristo también nos dice que nos dará poder para expulsar demonios y agarrar serpientes…es decir para quien cree en Cristo y en Su mensaje no hay nada imposible, el demonio del egoísmo, el orgullo y soberbia, se doblarán ante la caridad, la sencillez, la humildad; la serpiente de la envidia, la rivalidad, se someterá a la generosidad, a la caridad… Vayamos pues con alegría a predicar el evangelio.
Propósito: hoy sonreír, hoy ser alegre, hoy.