Lucas 2, 22-35
Luz para alumbrar a las naciones.
Ahí en tus brazos Madre mía, llevas al niño Jesus a ser ofrecido al Señor. Ahí también voy yo, vamos todas las almas consagradas, que a través de los siglos daríamos nuestra vida al Señor. Van todas las almas que un día dijeron sí al Señor. Ahí nos llevas a dejarnos a los pies de Dios como ofrenda. Aunque no sepas lo que viene con certeza, lo importante es confiar: el Amor es más fuerte y todo lo vence! Ofrecernos a Dios día a día y Él en su momento nos irá revelando lo que sigue y como lo hemos de vivir. No querer adelantarnos, ni planear sino vivir así, hoy me ofrezco a ti toda yo, cuerpo y alma, y El ira revelando su misterio poco a poco.
Propósito: hoy sonreír, hoy ser feliz, hoy decir sí, hoy.