9 de diciembre: Amar todo y siempre.

San Juan Diego

Mateo 11, 11-15

No ha nacido uno más grande que Juan el Bautista.

¿Cómo era Juan Diego? ¿Por qué Dios se fijó en él? El libro del Eclesiástico nos enseña que sólo Dios “es poderoso y sólo los humildes le dan gloria” (3, 20). San Pablo nos dice “Dios ha elegido a los insignificantes y despreciados del mundo; de manera que nadie pueda presumir delante de Dios” (1 Co 1, 28.29). Solo los humildes le dan gloria. Eso está muy fuerte. Porque en general, el adjetivo humilde, nos habla de debilidad, es un adjetivo negativo. Pero es erróneo. Humildad si es debilidad, sencillez, mansedumbre, pero esto es lo que hace fuerte al hombre, porque lo obliga a poner todo en manos de Dios y dejar que Él tome las riendas, el control de su vida. Humildad es reconocerse criatura y dejarse en manos del creador. Humildad es ser ubicado, tomar el papel que corresponde sin pretender más. Por eso los grandes hombres y mujeres que han dejado una huella importante en la historia, eran humildes y sencillos, porque fueron dóciles instrumentos en las manos del Creador. Solo los humildes aman todo aman siempre.

Propósito: hacer el bien, amar, sin hacer ruido.