19 de noviembre: Darle a Cristo el protagonismo de mi vida.

Lucas 19, 45-48

Habéis convertido la casa de Dios en una cueva de bandidos.

Cristo demuestra su carácter fuerte al expulsar a los vendedores del templo y con razón, aquello era una romería. Cuantas veces nuestras Iglesias parecen lo mismo. Vamos a misa y estamos en todo menos en lo que está pasando, nos distraemos porque al padrecito no se le oye, estamos buscando a ver si vinieron los compadres, echamos ojo para ver la última moda, o quizá nos sentamos muy cómodamente a sacar la lista de pendientes, a ordenar mis cuentas; actuamos como verdaderos ladrones. Le robamos el protagonismo a Cristo que viene a hablarme al corazón con su divina palabra, baja de Su cielo para ofrecerse una vez más como víctima en reparación de mis pecados, se entrega voluntariamente al Padre, me enseña cuál es la oración más pura y directa y sin importar el estado de mi  mente o de mi corazón, entra humildemente en mi corazón. Ojalá que este domingo no actuemos como ladrones, sino más bien seamos mendigos que vamos en búsqueda de un poquito de amor.

Propósito: escuchar la misa con el corazón abierto y dispuesto a dar y recibir.