Miércoles 29 de septiembre: Escuchar a los mensajeros de Dios

Juan 1, 47-51

Veréis a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del Hombre.

El antiguo testamento y el nuevo están llenos de la presencia de los Ángeles como los mensajeros de Dios. Quizá del que más nos acordamos es de Gabriel, quien anuncia la encarnación y el nacimiento del niño Jesús. Los Arcángeles son los mensajeros de Dios. Pero seamos realistas ¿ángeles ahora en el siglo XXI? Sí, si hacemos un alto en nuestra vida, si le bajamos un poco a la música de nuestro interior, si apagamos un poco la cantidad de imágenes que nos rodean, podemos seguir viendo y escuchando a los “mensajeros de Dios”. Dios no deja de hablar, no deja de mandar mensajes, pero estos no hay que dejarlos en “seen” a estos mensajes sí hay que darle “click”. Estos mensajeros están a mi alrededor: el rostro de uno de mis hijos con mensaje claro de: paciencia; el rostro de mi marido que clama presencia, comprensión, la palabra de una amiga o hijo que pide escucha, atención , el comentario de alguien o la homilía de un sacerdote que invita a reflexionar y acoger, la lectura de un buen libro, como el evangelio, que me marca el camino y el comportamiento a seguir.

En fin, los mensajeros de Dios están a mi alrededor, quizá no van vestidos de blanco ni con alas, pero el mensaje que nos traen es el mismo que Gabriel le llevó a la Santísima Virgen…. La pregunta es: estoy a la escucha como Ella o voy tan aprisa que me llevo de encuentro a los mensajeros? Tengo el valor como María de contestar como ella: Si, hágase…

Propósito: bajar la intensidad de mi día para reconocer, ver y escuchar los mensajes que Dios me quiera decir hoy.