Juan 12, 24-26
A quien me sirva, el Padre lo premiará.
“A quien me sirva el Padre lo premiará” que recompensa más grande. Todos vamos buscando ser recompensados , unos subiendo fotos para “recolectar” likes, otros afirmándonos en ideas, proyectos, todos buscamos ese aplauso. Cristo nos asegura no sólo el aplauso del Padre sino el lugar en la casa del Padre. Hoy es día de San Lorenzo, él entendió muy bien esto, me martirizado, quemado vivo y el Padre lo premió. Lo que hay que hacer es “servir al Padre” es decir ocuparse de las cosas del Padre. Ocuparse de quien tengo alado, ocuparse es amar, es servir, es acompañar, es acoger, es perdonar, es querer lo que el otro quiere. Ocuparse es rendirse al otro, es darle al otro el primer lugar. Buscar el premio mayor del Padre que es ganarse el cielo es para lo que vale la pena vivir.
Propósito: hoy ceder para ganar.