Mateo 17, 14-20
Si tuvieras fe, nada os sería imposible.
¿Porqué tan poca fe?. Qué fuerte tener que escuchar estas palabras de Cristo. Ha dado de comer a cinco mil, a resucitado muertos, ha hecho caminar al cojo y devuelto el habla y la vista a muchos…se asustan al primer viento. ¿No nos pasa a nosotros a veces lo mismo? A ti y a mí también nos ha dado la vida, nos la “devuelve” en cada confesión; nos alimenta diariamente con Su Amor en la Eucaristía; nos reviste con Su Gracia a través de los sacramentos; pinta nuestro mundo de colores; llena nuestro mundo de flores: hijos, hermanos, familia. Cuando las preocupaciones nos asechen, cuando veamos a “nuestro hijos endemoniados, encadenados”. Mantener la calma, recordar Sus palabras: “Si tuvieras fe como un grano de mostaza, le dirías a aquella montaña que viniera aquí y vendía”. Bien nos decía Juan Pablo II y Benedicto XVI lo completó: ” no tenga miedo, Cristo no quita nada y lo da todo”.
Propósito: repetir cuantas veces sea necesario: Cristo, confío, creo en ti.