Martes 6 de julio: Salir a pastorear el mundo que me rodea

Mateo 9, 32-38

Ovejas sin Pastor. La cosecha es mucha y los trabajadores pocos.

Jesus ve al pueblo de Israel y siente pena porque los ve como “ovejas sin Pastor”, nos dice “la cosecha es mucha y los trabajadores pocos”. ¿Les suena? Parece como si estuviera hablando de nuestro mundo, de nuestras sociedades, de nuestras comunidades. El mundo de hoy, nuestro mundo, mi mundo de personas que me rodean, van a la deriva sin pastores que les indiquen el camino. El gran reto es aprender a ser pastor, porque no es que El Señor no nos mande pastores, como diría Madre Teresa, “nos creó a ti y a mí”.  Así que arremanguémonos la camiseta y entrémosle. Seamos pastores que enseñan la verdad, más que con palabras con testimonio de vida; que invitan al amor, con actos de amor; que invitan a la fidelidad, al compromiso, con una vida que lo atestigua; que lanzan al desafío de vivir y dar misericordia, dar sin esperar recibir; pastores que tengan una Roca firme en la cual otros muchos se quieran parar; pastores con un campo verde que les haga feliz y las puertas estén siempre abiertas a recibir a otros para que se contagien de esa alegría. Pastores felices, alegres, sonrientes, auténticos, fieles, entregados. Eso es lo que el mundo, mi mundo necesita.

Propósito: hoy pastorear a mi mundo, de cinco personas, con mi testimonio.