Santos:
Santos Faustino y Jovita, Mártires.
Marcos 8:11-13
Van buscando una señal.
No sé ustedes, pero yo soy igualito a estos hombres del Evangelio de hoy, voy buscando, pidiendo señales. Y esto, claro ” que enoja a mi Señor”, “no encontrarán ninguna señal”. Pero Cristo es muy bueno y aunque dice que no, nos da una señal todos los días, Su presencia, Su acción es evidente en todo; en el amanecer, en un cielo azul, en la brisa suave, en un valle verde y cardado de pinos, en la sonrisa de un niño, en las manos sagradas de un sacerdote, en la arrugas de una viejita, en el enfermo postrado en una cama, en la pregunta del adolescente, en la confusión del joven, en la vitalidad del graduado, en la ansiedad de un hijo; Dios está presente en todo y en todos, Su fuerza, Su poder.
Su amor es evidente para aquel que hace aún lado todo racionalismo, sacude toda superficialidad, baja un poco el ritmo de su vida y logra ver el Amor impreso en el día. No pidamos señales, sino más bien pidamos pureza y sencillez de corazón para poder ver y encontrar al Amor.
Propósito: Hoy iré despacio para poder apreciar el amor que me rodea.