Lunes 14 de junio: Caminar la extra milla, ese poquito de más.

Mateo 5, 38-42

“Si te piden, da”

Este evangelio es muy bonito pero a su vez es algo exigente. Cristo nos lanza el reto de ir a más. Nos pide expandir el corazón: “Si te piden la túnica, da el manto, si te golpean una mejilla, pon la otra, si te piden caminar con ellos una milla, camina una extra. Si te piden, da”. Para algunos sería el “el reglamento de los débiles”. Si las personas generosas son consideradas débiles, entonces sí. Se trata de no conformarnos con lo mínimo, de dar mas de lo que se nos pide.

Para vivir con esta actitud es necesario un corazón generoso. Hace un par de años me encontraba en la capilla de las misioneras de la Caridad en Haití, estaba agotada y algo frustrada, esa última semana había sido especialmente difícil, se nos habían muerto dos bebitos y tres ancianitos y los misioneros totalmente indiferentes. Llegó una de las hermanas y me vio ahí de rodillas frente al sagrario llorando, se sienta a mi lado y me dice “El (Cristo)tiene sed” -no creo yo tener ya nada de agua que darle, le contesté-. Se me quedó viendo con una mirada cargada de amor, ternura, compasión y me dice “aquí no la vas a encontrar (el agua) tienes que salir a buscarla”. En ese momento me cayo el veinte. Yo estaba “refugiándome en la capilla”, estaba buscando un momento de tranquilidad, de paz…pero estaba centrada en mí y no en lo muchachos, en la gente. Me levante, y me dije, vamos a caminar la extra milla, para encontrar esas gotitas de agua que puedan saciar Tu sed (refiriéndome a Jesús). Les puedo decir que ha sido una de las misiones con más frutos de conversión en los misioneros. Pero era necesario un poquito más de generosidad de mi parte. Muchas veces nos pasa eso, damos lo mínimo para no desentonar; escribo el cheque para la obra de caridad, voy a la junta de papas, vendo los boletos de la rifa, llevo a los niños…pero ya cuando me tocan mi hora de gym, mi fin de semana, la tarde de la jugada, mi día off…a veces hay que sacar fuerzas de donde no la hay, para caminar esa extra milla y pintar la sonrisa en un hijo, animar al marido que anda medio preocupado, consolar a la adolescente por el drama del colegio. Expandir el corazón para amar más y mejor.

Propósito: Cómo nos dice Cristo dar, sin esperar nada.