Sábado 29 de mayo: Dejar que Dios sea Dios en mi vida.

Marcos 11, 27-33

¡Con qué autoridad haces esto!

¿Con qué autoridad haces todo esto? Los fariseos y los publicanos (los incrédulos y legalistas del mundo moderno) cuestionan la autoridad y el poder de Cristo. No sé a ustedes pero a mí más de una vez se me ha cruzado la misma pregunta, quizá no con palabras tan fuertes, pero sí más sutilmente, ¿dónde está Dios?, ¿porqué permite tanto dolor, tanta desgracia? ¿porque me ha quitado lo que más quiero? ¿quién se cree? Y su respuesta es siempre la misma, se lo dijo a Abraham, el primero en cuestionarlo, se lo dijo a Moisés, se lo dijo a los apóstoles, nos los dice a nosotros más de dos mil años después: “Yo Soy”. Pero ¿Quién eres? Soy El que ha creado el cielo y las estrellas y todo lo que ello contiene; Soy el que te pensó desde la eternidad y te da vida y aliento día a día; Soy el que guía tus pasos y marca tu camino; Soy quien pinta el cielo de colores todos los días para ti; Soy quien te crea y te sigue creando día a día; Yo Soy Tu Dios. Dejemos a Dios ser Dios. En ingles hay una frase con la que quisiera cerrar esta reflexión “Let go, and Let God”. Es decir dejarlo ir, y dejar a Dios.

Propósito: “Señor hoy te dejo ser Dios en mi” sin cuestionamientos más bien con una sola actitud:  GRACIAS por que hoy, soy por qué Tú Eres.