Don: Ciencia, para distinguir entre el bien y el mal
Fruto: fidelidad y paz
El don que hoy queremos reflexionar es el de ciencia y su fruto fidelidad y paz. Hace un par de años estaba en Haití en una misión médica, con dos doctores y diez adolescentes de preparatoria. De camino a la ciudad de LaCaye nos tuvimos que parar a mitad de camino porque la carretera estaba cerrada. No habían pasado ni 5 min. cuando ya las misioneras estaban rodeadas de niños de la aldea. Se preguntarán qué tiene que ver eso con el don de ciencia. Mucho, gracias a este don que nos permite distinguir entre el bien y el mal, pudimos distinguir el bien que nos une a todos, ricos y pobres, blancos y personas de color, culturas, creencias, idioma. Llego un grupo de señores americanos que estaban alto intrigados al ver a las jovencitas interactuar con tanta soltura, un señor me preguntó, ¿cómo se comunican, en qué idioma? Con el lenguaje universal, le conteste. Quedo igual de confundido, el lenguaje del amor, le dije. En eso volteamos y la escena lo explicó todo. Dos de sus señores saltando la cuerda, las niñas bailando y otras jugando clap-clap con las niñas…a todos nos unía algo que iba más allá del color de la piel, el idioma o la cultura. El bien que todo ser humano trate tatuado en el alma. El bien que es amar al otro, hacer feliz al otro, el bien que es poner al otro primero, que es dar lo mejor de sí en todo momento. Finalmente se abrió la carretera y todos nos despedimos con abrazos como si fuéramos amigos de toda la vida. Doy gracias a Dios me permitió ser testigo de tal evento.
Propósito: escoger y hacer el bien.