18DE OCTUBRE: ABRO MIS OJOS ANTE MIS FALLAS.

Lucas 10, 1-9 “Yo los envío como corderos en medio de lobos”.

Y tú ¿quién eres?, ¿el cordero, o el lobo?

Jesús nos envía a cumplir una misión, nos anima a que caminemos a su lado, desea que demos buen fruto de su amor. Dios nos ama tanto, que nos permite elegir cualquier camino y pensar: ¿Quiero acompañar a Jesús, o quiero ser el lobo que siempre está atacando al más débil?

Vivimos un día a día lleno de tropiezos emocionales, y de dificultades de supervivencia en una sociedad que ha perdido a Dios. Hemos visto atrocidades en contra de los templos, de la vida religiosa, de las personas que creen en el Hijo de Dios y tal vez nos preguntamos ¿en qué momento fallamos?, ¿que hicimos mal?

Vemos a una juventud, que, tal vez por nuestro ejemplo ha dejado de tener fe, de creer que existe Dios, de olvidar que en Jesucristo encuentran al amigo. Y no sabemos qué hacer; como resolver esta falta de conciencia cristiana, donde los valores y la moral son una apariencia y no una verdadera vocación.

Tal vez, nos hace falta rezar. Encomendarnos a Dios para no ser el lobo que ataca porque es el más fuerte. Jesús nos enseña a ser el más pequeño, el lleno de humildad, el buen samaritano. ¿Por qué nos cuesta trabajo seguir sus pasos?

Hoy es un buen día para analizar nuestra conciencia y verificar nuestras acciones, para dejar de juzgar y perdonar con más frecuencia. Vamos aumentando nuestra fe para no perder la esperanza de que mañana hay un mejor día para cada uno de nosotros.

Propósito de hoy: Quiero aprender a orar, quiero cerrar los ojos por un momento y pensar en todo aquello que poseo, mis virtudes y talentos y empezar a contar mis bendiciones.