Viernes 7 de mayo: Amar es dar la vida.

Juan 15, 12-17

Esto os mando: que os améis unos a otros.

“Este es mi mandamiento que se amen los unos a los otros. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos”. Cristo ha dado la vida por cada uno de nosotros, y nos invita a hacer lo mismo. Amar es dar la vida. Encontramos a gente heroica que lo ha hecho como Santa Gianna Molla quien dio la vida por su hija, o San Maximiliano Kolbe que da la vida por un preso; tú y yo, hoy ¿cómo podemos dar la vida? Lo decíamos ayer, sonriendo, amando, perdonando, ¡en gerundio! Levantarte todas las mañanas y sonreírle a ese que tienes alado; sentarte a desayunar/comer/cenar con los hijos, sin electrónicos, gritos, regaños y atarantes; llegar a la merienda y no acabarte a la amiga ausente; vivir agradeciendo lo que tienes, poco o mucho, sin querer, buscar, exigir más; callar y perdonar ante un regaño/queja injusta; sonreír, abrazar, perdonar a quien te ha herido; prestar tiempo, cualidades a alguien o a alguna obra social o de caridad; ser esposa, hermana, amiga, madre, eso es amar al otro, eso es dar la vida por el otro.

Propósito: hoy dar la vida por esas cinco personas que me rodean.