Juan 15, 9-11
Permaneced en mi amor, para que vuestra alegría llegue a plenitud.
Siguiendo la misma línea de Cristo al centro de nuestras vidas, de la cosecha de mi vida, de lo que va buscando mi corazón. Podríamos decir que todos a demás de paz, de plenitud (frutos) vamos buscando ser felices. Queremos llenar nuestra vida de alegría. Cristo hoy nos dice: “Permanezcan en mi amor para que su alegría sea plena”. Y ¿cómo permanecer en Su amor? permanecer en su amor, es sonreír, es servir, es acoger, es escuchar, es saber estar, es abrazar, es dar mi tiempo, es perdonar, es sostener, es luchar por y con el compañero de vida, es entender y guiar al hijo adolescente, es sentarme al lado de la cama del enfermo, es abrir el corazón y decir no puedo, necesito ayuda, es mantener la fe, la ilusión, la sonrisa cuando todo es obscuro, es cantar cuando sangre el corazón, es decir que si, es caminar la extra milla, es acoger al no tan amigo, es poner la otra mejilla, es dar la túnica, es curar al herido. Permanecer en el amor es mantener el corazón “en primera” siempre en marcha amando y sirviendo.
Propósito: hoy saber estar, acompañar, escuchar, acoger.