Lucas 7, 36-50 “Sus pecados, que son muchos, le han quedado perdonados, porque ha amado mucho”.
Qué bonito Evangelio el de hoy. Jesús es invitado a comer a casa de un fariseo. Relata Lucas que llega una mujer pecadora a llorar a los pies de Jesús, y los lava con sus lágrimas, los seca con su cabello y los unge con aceite y le besa sus pies. El fariseo piensa que si Jesús fuera profeta y supiera qué tipo de persona es esta mujer, no le permitiera acercarse a él; a lo que Jesús le contesta: “¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y tú no me ofreciste agua para los pies, mientras que ella me los ha bañado con sus lágrimas y me los ha enjugado con sus cabellos. Tú no me diste el beso de saludo; ella, en cambio, desde que entró, no ha dejado de besar mis pies. Tú no ungiste con aceite mi cabeza; ella, en cambio, me ha ungido los pies con perfume”.
Voltea hacia la mujer y le dice que por su fe, sus pecados han sido perdonados.
Vamos identificándonos con el fariseo, ¿cuántas veces nos creemos más de lo que somos? …libres de pecado y nos adjudicamos el derecho de juzgar a los demás sin darnos cuenta que somos nosotros los primeros que damos por hecho que nuestros pecados son inexistentes. Jesús le dice sutilmente que esta mujer, a la que ve de una manera inferior, tiene tanto amor para dar y que tal vez nadie le ha dado una oportunidad como él, en ese momento se la da. Le permite expresarse a su manera, pedir perdón a su manera y es solo su fe la que la lleva hasta los pies de Jesús.
Procuremos amar sin medida, ser buenos con los demás, no dejar de ser amables y serviciales, empezando en nuestro hogar, por que es ahí donde podemos dar mayor fruto de amor. Dejemos nuestros egoísmos fuera y empecemos a vivir con intención, y que ésta sea amar a Dios por sobre todas las cosas y amar a nuestro prójimo como Jesús nos ama cada día de nuestra vida.
Propósito de hoy: Quiero aprender de esta mujer pecadora a ser humilde para recibir las gracias de nuestro señor Jesucristo en su bondad y bendiciones hacia las personas que amo y hacia mi. Gracias Padre de amor.