27 DE JUNIO: SAGRADO CORAZON DE JESÚS, EN TÍ CONFIO.

Lucas 15, 3-7 “Yo les aseguro que también en el cielo habrá más alegría por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos, que no necesitan arrepentirse”.

Lucas, nos habla de la alegría de Dios, cuando hay un pecador que se arrepiente del mal que ha hecho, no es que no se alegre del que es justo y actúa siempre con bien, sino que también recibe con su corazón al que estaba perdido. Sí, como la oveja,que sucumbió a las tentaciones del mal y se dejó llevar por palabras bonitas, al grado que perdió su rumbo y se alejó de Dios.

Hoy vivimos la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesus, es Jesus Eucaristía quién quiere llegar hasta nuestro corazón, solo hay que dejarlo ser, comprometernos a dejarlo pasar a nuestro hogar, donde todo reside en el perdón y el amor de Dios.

Por medio del amor de Dios, nosotros recibimos la gracia de poder sentir compasión por los demás, sí. Como de esa oveja perdida que al ser encontrada por Dios, supo que sus pecados le serian perdonados, que la misericordia de Dios llenaría su camino de bondades.

Debemos ser bondadosos unos con otros, recordando que hoy es por tí y mañana por mí; reconociendo que aún cuando nos sentimos tranquilos, es por la gracia de Dios y que al respetarnos entre nosotros, sin importar que pensamos diferente, logramos perdonarnos. Sí, y todo comienza por perdonarme a mi mismo, por tener consideración hacia mí, por no hacer cosas de más que no tienen sentido, por no desviarme de la verdad de Dios. Y es que, es en el dolor que me causo a mí mismo, que me empiezo a alejar de Dios y termino siendo esa oveja, que se salió del rebaño, creyendo que hay algo más allá de Dios. Debo comenzar perdonándome para poder alzar la vista a Dios nuestro Señor y pedirle perdón a él, por no haber confiado en su amor.

Recordemos que la oración es el camino para encontrar a nuestro pastor, a ese pescador de almas que es Cristo y a entender que aún que veamos todo difícil, la oración nos va a acercar a encontrar respuestas en la Palabra de Dios.

Propósito de hoy: Padre, permíteme hacer una oración, empezando hoy, dirigida a tu Divino Corazón, misma que nos invita el Santo Padre a decir todos los días, de hoy en adelante.

“Divino Corazón de Jesús,
te ofrezco por medio del Corazón Inmaculado de María,
madre de la Iglesia, en unión con el sacrificio eucarístico,
las oraciones, acciones, alegrías y sufrimientos de este día
en reparación de los pecados y por la salvación de todos los hombres,
en la gracia del Espíritu Santo, para gloria del Padre Divino.

Amén”.