Mateo 11, 25-30
“Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados…aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón”. No hay mucho que decir, pues Cristo nos lo dice todo. Hoy día dedicado a la Eucaristía hagámonos la pregunta ¿Señor mío, que me enseñas Tú aquí a tus pies en la a Eucaristía? Me enseñas a callar, me das lección de lo que es verdaderamente amar, me hablas de humildad, de entrega constante silenciosa. Me enseñas a escuchar. Me enseñas a saber esperar pacientemente. Me enseñas a ponerle pausa a la vida, a parar para adorar y contemplar. La eucaristía, conecta, encaja, centra, ubica, ilumina, abre la mente y el corazón. La eucaristía lanza. Aquí a Sus pies uno descansa el corazón, todo cobra sentido.
Propósito: descansar el corazón a Sus pies.