25 DE ABRIL: SE QUE ESTÁS PRESENTE.

Juan 21, 1-14 “Es el Señor”.

Los discípulos de Jesús, nos cuenta este Evangelio de Juan, no habían tenido éxito en la pesca esa mañana que estaban en el Mar de Tiberiades, cuando un hombre se acerca y les dice con mucha certeza que vayan a pescar del otro lado. Al verlo, no reconocieron que ere Jesús, que por tercera vez se les aparecía después de su resurrección, sin embargo, nos damos cuenta que ellos lo reconocieron con el corazón.

Como el pastor reconoce a sus ovejas, también las ovejas reconocen a su pastor, y este es un gran testimonio de la parábola de la oveja perdida. Cierto es que aquí nadie estaba perdido, pero sí pudieron ellos sentir que quien les habló  era su Pastor, al que seguían y al que amaban.

Tal vez te ha pasado algo similar. Lo interesante de esta historia es que podemos también nosotros, escuchar la voz de Jesucristo,nuestro Señor aún si no lo vemos. Porque, recordemos que Jesus está en ti y está en mí. Está en aquel señor sentado solo en el parque, o en aquel niño que corre con la pelota, también está en el rostro de mamá y en la figura de aquel amigo que nos alegramos al ver. Nosotros somos testimonio de que Jesús está vivo, de que siempre está presente, de que nunca nos abandona.

Ahí, sin que estos pescadores lo esperaran, llego él a ayudarlos. “Luego les dijo Jesús: “Vengan a almorzar”. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ‘¿Quién eres?’, porque ya sabían que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio y también el pescado”; de igual manera, Jesús se acerca a nosotros.

Propósito de hoy: Padre, permite que yo siempre te reconozca, que pueda escuchar tu voz y que no dude en atender a mi prójimo, sabiendo que ahí estás tú.